Durante 9 meses hemos practicado felizmente el colecho. Ha sido una experiencia super gratificante que recomiendo a todos los padres de mundo.

Ahora estoy embarazada de nuevo. Mi bebé se mueve demasiado y me da patadas en la barriga por las noches. Tengo que proteger al bebé en camino, y, por ello, he necesitado enseñar a mi bebé a dormir en su cuna sólo.

Al buscar en la red, sólo he encontrado páginas incendiarias pro estivill o pro colecho, y sin alternativas.

Desde aquí, quiero contar mi alternativa.

Elegir bien el momento

Hemos optado para sacar al bebé de nuestra cama, un momento de cambio. La vuelta de las vacaciones.

Primer sueño en su cuna. Nuestro método basado en nanas.

En nuestro caso fue la siesta. En la cuna, hemos dejado algunos muñecos. Algunos conocidos y otros no.

Como recomienda Estivill, dedicamos 10 minutos a explicarle a nuestro bebé de 9 meses que ahora duerme en su cunita, con sus cosas.

A partir de ahí, en una silla, le cantamos una (o mil) nanas, en un tono de voz no muy agitado.

Llora cada vez menos. Cada vez que se sienta, o que se pone en pie en los barrotes; con muchísimo cariño, la volvemos a echar. Volvemos a explicar que duerme en la cuna con sus muñecos, que vamos a estar aquí cerca, y seguimos con las nanas.

Conclusiones después de varios días

Llevamos ya varios días. Cada vez nos cuesta menos dormir y la cuna no es un trauma. Por la noche sólo se despierta una vez por un biberón. Antes también se despertaba por leche.

Tampoco para nosotros es un trauma. Aunque yo sí me despierto sobresaltada por la noche alguna que otra vez pensando en el bebé.

Conclusiones mes y medio después

Hemos logrado una buena rutina anterior al sueño. Nos ponemos el pijama, toma leche materna, toma un bibe de ayuda (ya no tengo tanta leche) y nos vamos a la cama. En la cama, ponemos un poquito de música y yo canturreo un poco.

Ya me puedo alejar y lavarme los dientes mientras ella se duerme. A veces reclama un poquito de atención, y cantamos un poco o la colocamos de nuevo en la cama. Creo que hemos conseguido pasar del colecho a la cuna de la mejor manera posible.